De los primeros productores a los albores del estado
Hace unos 10.000 años, las comunidades humanas empezaron a cultivar los campos y a domesticar animales, dejando atrás la recolección y la caza como principales medios de vida. De esta forma, se aseguraban el sustento del grupo e incluso obtenían reservas para momentos de escasez.
A cambio, se requería un mayor trabajo y la agricultura obligaba a permanecer más tiempo en el mismo lugar. Así, se produjo la paulatina sedentarización de los grupos humanos y su apego creciente a la tierra.
Para realizar estas nuevas actividades necesitaron nuevas herramientas y para fabricarlas emplearon nuevos materiales y técnicas como piedra pulimentada, la alfarería o el trabajo del metal. Así obtenían hachas para deforestar y conseguir más tierras de cultivo, recipientes de cerámica que permitían conservar y transportar mejor los alimentos, adornos metálicos que señalan las diferencias sociales y, más adelante, herramientas de este material.