Antes de la humanidad
La Tierra y la vida están en constante cambio y a lo largo de la historia esos cambios han quedado impresos en las rocas y en los fósiles que éstas contienen, permitiéndonos así reconstruir el pasado.
El territorio madrileño es un ejemplo de estas huellas:
Los testimonios geológicos más antiguos de la Comunidad de Madrid se remontan al Paleozoico, hace entre 580 y 250 millones de años, cuando la mayor parte del territorio estaba ocupado por un mar con formas de vida primitivas; tales como trilobites o moluscos. No es hasta el Terciario, hace unos 65 millones de años, cuando las aguas se retirarán definitivamente, empezando a conferir a Madrid su aspecto actual.
Dentro del terciario, el Mioceno es uno de los periodos de los que existen más huellas. Éstas nos hablan de una fauna de grandes vertebrados entre los que destacan: tortugas gigantes, mastodontes, rinocerontes, équidos, ciervos y tigres de dientes de sable.